Como terapeuta, utilizo la terapia EMDR para ayudarte a sanar traumas, incluyendo no solo los relacionados con accidentes o eventos impactantes, sino aquellos relacionados con el apego o traumas relacionales. Estos traumas, que suelen originarse en experiencias dolorosas o desafiantes en las relaciones más cercanas, pueden dejar huellas profundas en tu bienestar emocional. La terapia EMDR facilita la reprocesación de estas experiencias difíciles, permitiendo que el cerebro las procese de manera más adaptativa.
El trauma, a nivel neuronal, es una respuesta del cerebro a una experiencia abrumadora o peligrosa. Cuando vivimos un evento traumático, el sistema nervioso entra en un estado de alerta extrema, activando la amígdala, que regula el miedo y la emoción. Este estado puede interferir con la capacidad del hipocampo para procesar y almacenar recuerdos de manera adecuada, lo que hace que el evento traumático quede "atascado" en la memoria. Esto puede llevar a una activación constante de la respuesta de estrés, incluso en situaciones seguras, generando síntomas como ansiedad, flashbacks o hipervigilancia.
Durante las sesiones de EMDR, te guiaré a través de recuerdos y emociones relacionadas con tus experiencias de apego, mientras aplicamos estímulos bilaterales, como movimientos oculares o toques alternos. Esto ayuda a "desbloquear" los recuerdos traumáticos y a desensibilizar su carga emocional, permitiendo que tu cerebro los reprocese de una manera más saludable.
El objetivo es que puedas integrar estas experiencias de manera más equilibrada, reduciendo la intensidad emocional asociada y mejorando tu capacidad para establecer relaciones más seguras y saludables en el presente. Este proceso puede ayudarte a transformar patrones de apego inseguros, promoviendo una mayor confianza y conexión emocional en tus relaciones actuales.
Acompañarte en este viaje de sanación es fundamental para que puedas liberar el dolor del pasado y vivir de manera más plena y conectada con los demás.